2013 | 156 pp. | Tropo Editores | Peaje | 9788496911635
«– Seis cuarenta, por favor. Gracias.»
Impresiones: Si a Joan S. Luna, autor del prólogo de “Peaje”, le costó encontrar las palabras exactas para despertar el interés del lector no solamente en el par de páginas que le ocupaban, sino en el libro que éste tendría entre manos, Mike & Libros se dejó de rodeos y escribió en su blog que “esta novela es la mejor en lo que llevamos de 2013”. Una sentencia directa que me motivó a acercarme a la librería esa misma semana. De todos modos, una vez leído el libro, carece de relevancia entrar a debatir si esa frase lapidaria es o no exagerada, porque, como dijo una vez Ortega y Gasset, “al hablar, al pensar, nos proponemos aclarar las cosas y esto obliga a exacerbarlas, dislocarlas, esquematizarlas.”
De lo que no queda ninguna duda es que “Peaje”, la primera novela de Julio de la Rosa, es una emotiva tragicomedia, una especie de parodia con acento andaluz, capaz de arrancar limpias carcajadas y algunas sonrisas a sus lectores. En ella se cuenta la historia de José Tudela, quien vive encerrado, ocho horas al día, en una garita de un metro cuadrado en una autopista del sur, y se dedica esencialmente a abrir una barrera y a leer y recortar los obituarios de los periódicos locales para matar el tiempo. Pero no sólo eso. José Tudela es también un perspicaz espectador que, en lugar de hacer algo con su vida, se entretiene buceando en la vida de los demás. “Todos con sus traumas escondidos en los maleteros. Las frustraciones bajo las alfombrillas de los pies. Los recuerdos borrados a golpe de parabrisas para poder ver lo que tienen delante”.
Dicho todo esto, resulta poco necesario resaltar que el autor ha conseguido crear un personaje emocionante, que se come el “escenario” con sus divertidos, ingeniosos e inteligentes monólogos que caricaturizan la cotidianidad y la sociedad en la que vivimos. Desde el sexo hasta la religión, pasando por los conflictos familiares y las actuales políticas gubernamentales, casi todo tiene cabida en estas páginas.
En suma, «Peaje» es una novela fresca, bien humorada y de fácil lectura, más que aconsejable, para atenuar, por lo menos momentáneamente, cualquier tipo de tormento, decepción o depresión transitoria.
Julio de la Rosa (Jerez de la Frontera, 1972) es un músico, cantante y compositor español de pop-rock . Estudió Comunicación Audiovisual en la Universidad de Sevilla. Como escritor, ha publicados dos libros de textos breves («Diez años foca en un circo» y «Tanto rojo bajo los párpados«) y un poemario («Vacaciones«), en conjunto con la poeta Adriana Schlittler Kausch.
Conclusión: A veces reír es el mejor remedio para enfrentarse a un nuevo día o, sencillamente, para colmatar el vacío y atenuar la frustración que producen las «grandes novedades editoriales del año»
Etiquetado:3 Estrellas, Julio de la Rosa, Lectura 2013, Literatura española, Peaje
Esta si que me la anoto…creo que le va a gustar más a mi madre que a mi, a ver si la consigo y se la paso.
Un beso!
Bueno, a mi las grandes novedades editoriales no me causan frustración, al menos no siempre. he terminado de leer hace poco un libro con similar planteamiento (en cuanto a divertido, ingenioso y original), me ha gustado bastante, asi que me llevo apuntado éste. Un besote!!!!!
Descubrí esta novela en el programa Todos somos sospechosos, de Radio 3, hace una semanas. El argumento me pareció muy atractivo, y mira tú por donde no me quedé con el nombre (ni que el título fuera tan complicado…) Si además ahora me la recomiendas tú, es otro aliciente más para que suba posiciones en mi lista.
Gracias, magnífica reseña, como siempre.
A mí me pareció una novela fresca, ágil y divertida; una buena opción para las tardes de fuerte calor que están a la vuelta de la esquina. No lo recomiendo como una pieza maestra, pero, como bien dice Mike, no podemos quedarnos sólo con McCarthy o Roth (por citar algunos ejemplos).
¡Wuala, protagonista del primer párrafo!
A mí me encanta esta novela, y me ha tocado muy hondo y personalmente. Creo que el protagonista refleja perfectamente la experiencia de un escritor o un lector cualquiera: mirando y analizando desde su silla de trabajo esta sociedad absurda del siglo XXI, siempre alienado pero a la vez obsesionado con la sociedad que le rodea.
Para mí a estas alturas del año no hay una mejor… pero tú y los señores Ortega y Gasset lleváis razón: ¡mi blog pretende ser exacerbado y dislocalizador (esquematizador no, que no sé lo que significa) a tope! Ya sabemos que no hay nada como El Quijote y Hamlet, pero si tenemos esto siempre en mente la vida se convierte en una sosería 🙂
¡Un abrazo, me alegro de que te haya gustado!
Habría que nombrarte de alguna manera, y aproveché lo poco que me ha ofrecido la lectura de «Saliendo de la estación de Atocha» para remarcarlo. Yo me lo he pasado muy bien con esta novela en mis manos; creo que el autor tiene un estilo muy fresco y consigue darle un toque de gracia que, seguramente, ameniza cualquier tarde más ociosa. Hay detalles que considero casi inolvidables, como por ejemplo la mención al chófer de la muerte. Pero, por lo demás, yo me la imagino más en el cartel de algún teatro local. No soy una experta en el tema, pero creo que Julio de la Rosa ha construido un personaje capaz de devorar el escenario con sus monólogos. Gracias por pasarte,
Mira que de alguna manera tampoco veo tan diferentes esta y la novela de Berner (un narrador joven poderosísimo que nos mete en su manera de ver el mundo y que tiene mucho de voyeur y de escritor/lector en su visión respecto al mundo moderno que le rodea), pero entiendo que todo el mundo esté odiando «Saliendo de la estación de Atocha».
La verdad es que es buena idea lo de ponerla en un escenario, ya que es un monólogo interior muy apañado que se podría verbalizar (el equivalente sería un monologuista que señala al público y se ríe y opina y llora con/de/por é, hasta que se enamore de una de las presentes). Sin embargo, eso no me quita que sea una novela súper literaria, ya que para mí la esencia de la literatura es la narración, y aquí en Peaje ésta es de una calidad impresionante.
¡Gracias a ti por tu blog!
Aquí que tenemos tantos peajes el protagonista tendrá personages donde escoger 🙂
Resulta original, si la encuentro la cogeré, gracias.
Los andaluces se toman la vida menos en serio y más como viene. Ese modo de trivializarlo todo es un arte, eludiendo dramatismos.
José Tudela, un gran observador. Seguro que sus monólogos no tienen desperdicio. Besos
Creo que esta sí que me la llevo apuntada. No me sonaba de nada, pero parece una lectura fresca de las que se agradecen de vez en cuando 🙂
Un beso shakiano!!!
Tendré que pagar este Peaje si, como dices, destaca el ingenio y la frescura en la narración. 1beso!
Pues de vez en cuando viene bien reirse y si esta novela lo consigue, habrá que tenerla en cuenta.
Un beso.
Una lectura que promete ser cuanto menos interesante, me la llevo apuntada. Besos.
Bueno, pues… 6,40 me parecería una buena nota para este libro.
Lo cierto es que tengo la sensación de que el autor se queda a medias. Entiendo el juego, la diversión, la pequeña crítica… pero no ha terminado de convencerme de estar leyendo literatura. Creo que te pregunté en su día si se me iba a parecer a Una comedia canalla. Y me ha pasado algo parecido… me lo he pasado bien, pero… no terminó de convencerme.
Teatro, eh? creo que tienes razón.
Besos y gracias 🙂
Gracias por la reseña, pero a pesar de tus comentarios no me termina de atraer mucho
Aparte de algún comentario puntual con respecto a la reseña en sí no recuerdo haber visto más impresiones tuyas sobre la novela. Tiene algo que me atrae irremediablemente aunque tengo temor a cierto tipo de trivializaciones… de penden mucho del cómo y del cuándo. Si lo encuentro lo leeré con gusto. Un beso 🙂
Me gusta una propuesta que haga reír, me parece de lo más orginal la portada, quizá me anime! Bss
Pues me llevo tu propuesta anotada. Tiene algo que hace pensar que la disfrutaré auqnue no llegue a ser la mejor novela del año.
No la conocía pero sí me ha resultado interesante lo que nos cuentas sobre ella así que no me importaría darle una oportunidad
besos
Un libro que te haga reir siempre es bueno e incatalogable, solo por hacerte feliz. Lástima que no lo encuentre por estos lados. Un beso!
Si realmente consigue mitigar, aunque solo sea momentáneamente, cualquier tipo de frustración o estado depresivo, ya obtiene un logro importante. De todas maneras, el argumento me atrae por la misma razón por la que me crea ciertas dudas: un hombre solo en una garita de autopista, completamente aislado –si no consideramos a los coches como una compañía–, me parece una premisa maravillosa si el escritor sabe darle riqueza al asunto. Pero si no es así, puede resultar como caminar durante un par de horas bajo un sol de justicia en el desierto del Kalahari, sin una gota de agua que llevarse a los labios, esperando que los buitres pasen de largo :S Y como a mí también me gusta aceptar esta clase de retos, la pongo en la lista junto con Baricco, que también me dejó cierto gusanillo después de leer tu reseña anterior. Se acumula el trabajo 🙂
tomo nota de tu recomendación 😉
y lo bueno es que al ser cortito, cabrá pronto entre otras lecturas.
Un beso,
Ale
No lo conocía pero, aunque me queda algo de excepticismo por el riesgo que tiene que una historia se desarrolle en un metro cuadrado (o eso parece), me ha gustado el título que nos presentas.
Un beso.
Si el libro «da» conmigo- a veces pasa- la leeré, pero no es una novela que vaya a buscar. Tengo muchas pendientes para que pueda ocupar un lugar de privilegio.
Besines,
La reseña me ha gustado mucho, pero la conclusión ha sido el culmen. No será prioritario pero sí que has despertado mi interés. La visión desde una garita de autopista es de partida un lugar de observación muy sugerente y el humor ya he dicho que me gusta ma´s de una vez, me la llevo, gracias por la aportación.
Besos
Pues me gana este libro con esa promesa de sátira y diversión. De vez en cuando el cuerpo me pide leer algo así, porque es tal como dices. A veces una sonrisa es la mejor terapia para superar un día horrendo o un mal momento y, si además la podemos encontrar en un libro, ¿qué mejor? No hay demasiados, además, con los que haya conseguido reír a carcajadas, así que este me lo llevo.
Un abrazo!
Resulta bastante interesante, pues desconocía la obra como tal. Buscaré a ver si la encuentro.
Un abrazo. Buena reseña.
Este libro me lo apunto, que a veces viene bien estas lecturas ligeras, frescas…
Besotes!!!
Muy buena reseña! Dejas con ganas de leerlo. No conocía ni libro ni autor, de hecho por no conocer no conocía ni la editorial, así que toca investigar un poco:)
1beso!
Hmmm… lo anoto pero, no acaba de llamarme, quien sabe, igual en las tardes tórridas del verano…
He visitado el blog que comentas y me pasaré por él, me ha parecido interesante.
Qué curiosa la frase que has referido de Ortega, da para darle vueltas…
Buenas lecturas!!
Qué razón tienes!! Reí nunca viene mal, y es por eso que nunca descarto una novela que tenga la mínima posibilidad de robarme una sonrisa. La tendré en cuenta 😉
Un besin
Pues no lo conocía, pero me lo llevo apuntado!! =)
La cantidad de libros que me llevo de tu casa a la lista eh jajajaj
Besotes
Creo que no has podido elogiar de mejor manera al autor y a esta novela. El otro día una chica que leyó mi novela me dijo que le había parecido «Muy refrescante», así, sin más, y no sabes la alegría que me hizo. Peaje, queda anotada en mi lista, sin duda. un besote!
Contagias querida, contagias, jajaja, y tanto que ha creado un personaje emocionante. Este tipo de «cotilleos» me divierte, jeje. Es difícil encontrar libros de humor o con un sentido del humor que te guste, por lo que cuentas, éste me podría gustar, 😀
No la he leído, pero por tu reseña la asocio con Todos los Nombres de José Saramago. Me da curiosidad acercarme a ver el enfoque que de la Rosa le hace al mismo tema (el escenario se parece mucho también, con un oficial del servicio público). Tu conclusión me ha hecho reir mucho, «very witty».
Del autor solo conocía su faceta de músico, no tenía ni idea de que también escribía, el libro en sí no me llama la atención, eso sí, la portada es muy buena, muy sugerente. Bsos
Divertida y con un andaluz perspicaz de por medio. Creo que merecerán la pena esas sonrisas.
Besos