«Llegará el momento, espero, en que yo – o alguien más – tenga ocasión de evocar los distintos tipos de nuestros proveedores y clientes. Entonces hablaremos de esos viejos profesores que primero nos traían los libros que no necesitaban, luego los tesoros de sus bibliotecas, luego baratijas sin ningún valor, luego algún libro ajeno que les habían dejado en depósito…Mencionaremos también a las damas que llegaban con novelas francesas, a los adolescentes que se despedían de la literatura de su infancia, a los coleccionistas que, libro tras libro, nos entregaban aquello que había dado sentido a sus vidas, a los libreros de viejo que acudían para respirar un aire familiar, a los nuevos ricos que nos compraban los «libros-divisas» invirtiendo así un dinero que se devaluaba rápidamente, a los obreros que compraban para un club, a los conocedores que pasaban amorosamente las páginas de un raro ejemplar, al intelectual tozudo que quería vivir a toda costa del alimento espiritual (…) Tuvimos clientes que nos visitaban a diario, si no para comprar, por lo menos para pasear junto a los anaqueles, deleitarse con los libros, encontrarse entre ellos.»
Publicada primeramente en la revista literaria Adelphiana en septiembre de 2001, esta breve crónica reúne las memorias del novelista y bibliófilo Mijaíl Osorguín sobre su paso por «La librería de los escritores«, inaugurada en Moscú en el año de 1918 tras la Revolución de Octubre. Haciendo hincapié en las excentricidades de algunos de sus socio-fundadores y las motivaciones de sus proveedores, Osorguín reflexiona aquí sobre el precario valor de una «ración de libros» cuando los intereses del mundo circundante se reducían a una libra de harina y una decena de arenques soviéticos, el hostigamiento del régimen y la decadencia de los valores culturales. Y, si todo ello es más que suficiente para que cualquier amante del papel y la letra impresa se sienta prácticamente en casa, no deja de ser lamentable que el texto adopte una condición tan fragmentaria. Lo cierto es que uno no quiere que esa voz embriagadora y nostálgica se silencie y que la llama de esa pasión se extinga, aun cuando las mesas de novedades se encuentran saturadas de novelas sobre libros y literatura. Todavía quedan tantas preguntas en el aire, tantas anécdotas por contar.
2008 | 73 pp. | Sexto Piso & Edicions La Central | Knízhnaia lavka pisátelei | 9788461206629
Estos libros ya los voy mirando con cierto recelo. Tanto libro sobre libro empiezan a repetirse ideas y formatos, uno gusta, tres agradan… pero van meses bailando los temas.
Me lo tengo que pensar
Besos
Es una crónica publicada originalmente como un artículo de revista. A mí me surge la duda si se lo ha leído Laurence Cossé.
Soy bastante rara con los libros que hablan de libros, si aún no lo has leído te vuelvo a recomendar «Una soledad demasiado ruidosa» de Bohumil Hrabal.
Me llama la atención. Me lo apuntó por si algún día lo veo.
¡Cuánto tiempo sin leerte por aquí! Me apunto este libro, que creo que me podría gustar.
Es breve, muy breve, fragmentaria como tú dices, pero sé que lo disfrutaré. Me lo anoto. No tiene ese aire oportunista, como bien señala Mientras Leo, de ciertos libros sobre libros…
Besos y encantada de volver a comentar por aquí!
No lo es, Carmen. No obstante, también es cierto que su precio está algo inflacionado. De todos modos, yo pasé un rato muy agradable leyéndolo; te permite viajar a otra época y compartir el cariño por los libros. Creo que puede gustarte. Un beso y gracias por pasarte.
Pues dentro de lo metaliterario me llama bastante la atención. Por la época, sobre todo, que le da un enfoque, intuyo, algo distinto a esto de hablar de libros a través de los libros 🙂
Curiosa obra nos dejas hoy que me anoto como curiosidad.
Un beso, Offuscatio!
Has conseguido dejarme con curiosidad. A ver si encuentro este libro.
Besotes!!!
Me gustan bastante este tipo de libros, me resultan muy interesantes =)
No lo conocía, gracias por la reseña!!
Besotes
Me parece un libro interesante por su localización, no tengo explicación pero todo lo relacionado con autores rusos o historia rusa me interesa, me lo llevo anotado sin dudar.
Un saludo.
No sé cómo se me ha escapado este libro, soy muy fan de Tsvietáyeva y ya sabes, todo lo ruso aunque sea tangencialmente me pierde, me lo apunto muy bien apuntado, un librito corto sobre libros que sé que voy a disfrutar. Besos
Echamos de menos las reseñas 🙂
A mí la verdad es que los poemas que acompañan la crónica no me han entusiasmado, pero, como es una selección muy limitada, seguro que no ofrece el mejor de la autora. ¿Sabes lo que me recordó el texto? Las crónicas del The New Yorker.
No se si podré encontrarlo, pero suena interesante aunque, como dice S., se han puesto de moda los libros sobre libros. Gracias por traérnoslo, Offus! Un beso.
Me encantan los libros que hablan de libros. Me lo apunto 🙂
Gracias, no solo por recomendar, sino por asomar a dejarnos alguna hoja entre estos livros tuyos.
Un besito
Pues tu recomendación de hoy me la anoto, que creo que la historia que encierra me interesa en lo literario y en lo que lo rodea históricamente. 1beso!
Si que quedan anécdotas por contar en este mundillo. Gracias por el descubrimiento. Un besote!
Creo que me puede gustar. Yo aun no he leído muchos libros sobre libros así que no me ha saturado el tema 🙂
Besos!
Qué parrafito. Me ha gustado muchísimo.
El fragmento que has escogido es muy tentador, gracias por la recomendación.
Un beso!
Pienso que me puede gustar, es cierto que los libros sobre otros libros ya parecen una moda y pueden cansar, pero siempre, en todas las temáticas y géneros hay distinciones, libros que salta a la vista que van más allá y son otra cosa. Anoto tu recomendación porque me parece interesante. Besotes.
Me gusta mucho, por muchas razones más allá de su poesía, Marina Tsvietáieva.
Buscaré el libro. El fragmento que has elegido resulta revelador respecto a diferentes tipos de lectores. Yo soy una de aquellas que disfruta paseando entre pasillos repletos de libros buscando y rebuscando.
Un abrazo.
Curioso libro con un tema atrayente.
Un abrazo
Cuanto tiempo offuscatio!!
Qué ganas tenía de saludarte!!!!
Soy Cita (Lupa) ¿Como estás?
Yo ya rememoro con nostalgia a mis proveedores de cuando era niña, me daban toda la paja que no querían y yo la leía y quedaba encantada!!! Qué inocente !!!
Muchos besitos!!!
¡Qué bueno verte de vuelta! ¿Cómo estás?
Ya ves que menos enganchada al blog y afines; menos tiempo.
Con la extinción de Google Reader, no sé si me he perdido tu blog. Ahora lo miro. Un beso,