El protagonista de la entrevista de este mes es Emilio Casado Moreno, autor de la novela autopublicada «Crónica Insignificante» tan bien conocida por la mayoría de los blogs literarios. Tras el lanzamiento de la iniciativa ¡Un mes, un libro!, de la mano de El Universo de los Libros, pensé que una forma de contribuir a la divulgación de la novela seleccionada era precisamente ponerme en contacto con su autor y plantearle algunas cuestiones que todavía no habían sido abordadas en otras entrevistas. El objetivo no es otro que conocer su opinión sobre el mundo literario y su obra, sin olvidarnos de la persona que ha juntado las letras que dieron origen a la novela «Crónica Insignificante«.

 

– Empecemos, ¿Quién es Emilio Casado Moreno?

Un trabajador como cualquier otro que en sus ratos libres intenta juntar letras.


– Para aquellos que no conozcan “Crónica insignificante”, preséntasela por favor.

«Crónica insignificante» trata de ser la demostración de que las pequeñas decisiones de cada día son las que indefectiblemente marcan el camino, casi siempre pedregoso y accidentado, por el que terminamos transitando.   


¿De dónde sale la idea de “Crónica insignificante”? ¿En qué te has inspirado?

La idea parte, sin duda, de ir acumulando años, experiencias e inquietudes. Llega un momento en que las cosas empiezan a rebosar, a chorrear, se vuelven difíciles de contener y se hace imperiosamente necesario sentarse delante del ordenador a contar algo…lo que sea. En principio daba un poco igual el qué, lo que tenía claro es que quería expresarme. Las cosas que veo y las que oigo sumadas a las que pienso se convierten en mi inspiración.


– ¿Existe alguna coincidencia entre la caracterización y vida de los personajes que se abrigan en sus páginas y tu propia biografía?

Nacen en mi cabeza y como tal se relacionan con mi realidad cercana. Cojo esta característica de aquí y la mezclo en mi imaginación calenturienta con otras pocas que yo añado y van creciendo los especímenes que habitan las páginas de la novela.


– ¿Cuáles son tus costumbres a la hora de escribir?

Auriculares, música, soledad y procurar no tener abierto Facebook.


– ¿A qué público está dirigida la novela?

Cuando comencé a escribir no tuve en cuenta este tipo de consideraciones. En principio empecé para satisfacer una necesidad personal de expresarme, sin más pretensiones. Una vez que la obra está terminada entiendo que puede estar dirigida a cualquier persona que sienta curiosidad por el mundo que le rodea y tenga la necesidad de entenderlo. En cierto sentido Marcelo se pasa toda la novela interpretando su realidad y tratando de explicársela. El secreto está en que, en este caso, el lector participa como testigo indiscreto de todo lo que el protagonista piensa.


– En pocas palabras, ¿cómo intentarías convencer a un lector para que lea “Crónica insignificante”?

Se busca lector curioso, inquieto, con sentido del humor y capacidad de auto crítica hiperdesarrollada. A poder ser de pensamiento independiente y capacitado para la toma de decisiones libre de influencias externas. Que analice la vida a bote pronto y esté dispuesto a buscar el lado soleado incluso en medio de la peor de las tormentas.


– Teniendo en cuenta que “Crónica insignificante” es una novela autopublicada, me gustaría preguntarte ¿cuál es la parte más ardua durante todo este proceso?

La sensación continua de tener que demostrar algo por la falta del respaldo de una editorial convencional. Lo demás son pequeños escollos que se superan a base de prueba error.


– Por lo que se puede apreciar en la blogosfera y las redes sociales la acogida que está teniendo “Crónica insignificante” es muy positiva. ¿Crees que esto contribuirá, en definitiva, a llamar la atención de alguna editorial?

Al principio creía que sí, a pies juntillas, pero a medida que pasa el tiempo no me queda más remedio que dudar, cada vez con más motivos, de la utilidad de todo esto. Enfocado claro está, desde el punto de vista de la publicación. A nivel personal proporciona, sin duda, una satisfacción enorme recibir tantas opiniones positivas y tantas muestras de cariño. Eso sí que es indudable.


– Tras la reciente celebración del Día de las Librerías, podría ser interesante que nos contaras en cuál librería o espacio cultural te haría especial ilusión ver en las estanterías un ejemplar físico de “Crónica insignificante”.

Pues verás, verme con ella en la mano, en la cena de entrega de los premios Planeta, con un porrón de fotógrafos delante de mí, acribillándome a flashazos, no estaría mal del todo.


– Cambiando un poco de ángulo y volviendo al terreno más literario, ¿Cuáles son tus autores de cabecera?

Nick Hornby, McCarthy, Asimov, Galdós…se me vienen así, sin pensarlo demasiado, a la cabeza. Me gusta picotear en muchos sitios. No soy fanático de nada, sobre todo de nadie.


– Puesto que se acerca la época navideña, ¿Qué libro recomendarías para incluir en una carta a los Reyes Magos?  ¿Por qué?

«No country for old men«, de Cormac McCarthy. Me encanta este escritor. Sus narrativa es directa, descarnada, desprovista casi por completo de artificios y con estas herramientas, en principio limitadas, es capaz de removerte sin piedad. Es un tipo que abusa sin control tanto de las conjunciones copulativas como de la sangre fría. Además de todo esto está el hecho de que los argumentos de sus novelas son apasionantes. Vamos, el yerno que cualquier suegra quería tener.


– Para finalizar, ¿hay algún otro proyecto futuro del que nos quieras hablar?

Tengo dos novelas a medias. Una sobre cuatro asesinos a sueldo, su jefe y un policía que intenta juntar las piezas del puzle. Otra sobre una extraña mujer ingresada en un sanatorio que cada día que despierta descubre que ha olvidado lo que hizo el día anterior y que recibe cada noche la visita de un siniestro personaje, que le cuenta extrañas historias. Espero que antes de un año, alguna de las dos esté terminada.


Muchas gracias Emilio, ha sido un placer entrevistarte y espero que no abandones la esperanza.

¡Qué el próximo año te reserve muchas alegrías!