Los que lleváis algún tiempo visitando este espacio virtual sabéis que no se suelen publicar off-topics en el blog. Desde el momento en que he decidido embarcar en esta aventura, he intentado seguir una política de publicaciones en que se fomente el debate sobre los libros que, por uno u otro motivo, se cruzan en mí camino. Por esa misma razón, cuando un autor novel entra en contacto con Offuscatio para la divulgación de su nueva novela, siempre le ofrezco la posibilidad de realizar alguna entrevista en vez de simplemente proceder al anuncio de la misma. Esto reitera mi propósito en hablar con conocimiento de causa sobre cualquiera de los temas que os presente.


No obstante, tras una larga noche de reflexión, he estimado conveniente elaborar una entrada sobre el problema de las replicas literales de contenido en Internet. Actualmente no puede haber ya ninguna duda de que copiar no es sinónimo de compartir información o citar una entrada, que apoderarse de contenidos ajenos es una falta de respecto hacía los que invierten su tiempo en opinar bajo argumentos sólidos. Aunque es cierto también que el problema no presenta una solución aparente y los blogueros no disponen de las herramientas necesarias para hacerle frente, uno de los medios más viables para evitar que alguien sucumba a la tentación de apropiarse de los textos publicados es precisamente la denuncia


Asimismo, y tras mucho sopesar como habría de encarar el problema con el que me he deparado ayer, he decidido escribir esta breve nota, que también estará disponible en la página de Facebook, para dar a conocer el comportamiento de las administradoras del blog «Fantastic Wonderland«. Ayer Google tuve el infortunio de conducirme a una entrada en dicho espacio titulada «Las ranas también se enamoran de Megan Maxwell«, y cuando me he puesto a leer, no pude más que quedarme estupefacta y extremamente decepcionada. La «supuesta opinión personal» firmada por Susie es un copia&pega de las impresiones que había publicado yo misma en enero del presente año. 


En este estado las cosas, he indagado un poco más sobre el tema y he descubierto que no es la primera vez que dicha persona se ve inmersa en una situación similar. Por ello, he notificado a otras dos blogueras sobre una misma situación de plagio que me he encontrado en otras dos entradas, para que actúen como estimen conveniente. De mi parte, he decidido  abandonar el grupo «Reseñas» (por el que seguramente tuve acceso a mi opinión), donde cada día dan cita autores noveles que buscan ganarse visibilidad en el saturado universo literario, y publicar un comentario directamente en su entrada (que ha sido borrado esta mañana, a par de se ver ahora activada la moderación de comentarios).


¡Gracias a todos por vuestro tiempo y atención!