«El hombre jazmín: Impresiones de una enfermedad mental» de Única Zürn
Offuscatio
Publicado el noviembre 23, 2012
2006 | 128 pp. | Siruela | Der Mann im Jasmin | 9788478449705
¿Por qué El hombre jazmín? Porque su historia personal resulta tan fascinante, o más si cabe, que su obra. Porque «Primavera sombría» deja demasiadas cuestiones en abierto, y en España sólo se han publicado tres de los cinco títulos firmados por la autora.
«Pero ella ya empieza a caer en el abismo de una nueva y profunda depresión, como si ésta fuera la ley de su enfermedad. Unos cuantos días fabulosos, unas cuantas noches con las estremecedoras experiencias de las alucinaciones, una breve euforia, la sensación de ser extraordinaria, y después, la caída, la realidad, el desengaño.»
Impresiones: Única Zürn no se aleja de la verdad cuando advierte que la privación de la razón produce recelo y una cierta aversión colectiva – como si de una enfermedad contagiosa se tratase. La aparición de interlocutores imaginarios, de voces mecánicas y de visiones maravillosas conforman una realidad tan abstracta y poblada de signos de interrogación, incluso en el ámbito de las ciencias, como para que una obra de este calibre pueda ser leída con liviandad. A raíz de ello, ciertamente no sería exagerado afirmar que «El hombre jazmín» (1970) es una de las novelas más duras y violentas que ha aterrizado en mis manos este año.
En sus pocas páginas, la autora narra, de forma detallada, su vibrante y caóticamente loco mundo interior en lo que el imposible se hace posible, sus obsesiones con el “hombre blanco” (una figura que parece guardar una estrecha relación con su amigo/amante de París, el artista surrealista alemán Hans Bellmer), y su paso por distintas instituciones psiquiátricas, donde se empeñan en mantenerla alejada de «los magníficos regalos que le ofrece la locura«. Pero dejarlas ahí sería equipararlas, por ejemplo, a las de «Verónika decide morir» (1998), y consentir que la ficción sirviera de escudo a la exposición de su trágica biografía. Si en “Primavera sombría” la autora retorna a su infancia, aquí es de fundamental importancia el abandono de su ciudad natal en 1955 para vivir al lado de Bellmer y los traumas de un amor enfermizo, de una «existencia al filo de la navaja y abocada hacia la fatalidad«. En sus propias palabras, «por falta de inteligencia, ella cree firmemente que él la “hipnotiza”. Su cerebro, pequeño como el de un polluelo, no comprende que es “ella” la que se hipnotiza a sí misma al hacer girar sus pensamientos en torno a la misma persona. Él es el águila que vuela en círculos sobre el polluelo masoquista. Por fin comprende la solución. No hay salida para ella.” Y, a través de fragmentos como éste, de una cordura pasmosa, cada uno se puede hacer una idea del desencanto, la tristeza y la amargura presentes en este brevísimo relato.
La crudeza con la que plasma el enfrentamiento entre sus estados de locura y de lucidez (“Como si en la locura hubiera un refugio, lo cual, por otro lado, puede ser verdad”), así como la ausencia de mensajes redentores, reforzada por la utilización de un narrador impersonal, podrán explicar probablemente porque algunos expertos la han clasificado como «literatura de escalofrío«. Y, desde mi punto de vista, esta definición no podría ser más acertada; hay algo en sus letras capaz de partirles el corazón a los lectores.
Sin embargo, pese al choque y fascinación que ejercen en la lectura los elementos anteriormente descritos, quizá no sería correcto abstenerme de mencionar que esa atracción se vio reforzada por el vivo recuerdo de los textos, vídeos y trabajos presentes en la exposición retrospectiva de la singular y excéntrica artista japonesa Yayoi Kusama, organizada por el Museo Reina Sofía en 2011. En una entrevista en El Cultural, ésta dijo «mi arte mantiene una estrecha relación con mi salud mental» y lo mismo se puede aplicar a la escasa producción artística y literaria de Única Zürn.
En suma, «El hombre jazmín» es una novela recomendable para todos aquellos lectores que quieran romper con las fronteras del entretenimiento literario, y totalmente necesaria para quiénes se sintieron aturdidos por la forma en la que la autora se desnuda en «Primavera sombría«. Un texto que ofrece las piezas para completar el complejo puzzle que explica su vertiginosa caída de las nubes, «donde tan a gusto se sentía«.
Conclusión: Un relato escrito desde los abismos de la locura;
una pluma maldita, loca, triste y dolorosa
Otras novelas comentadas en el blog:
«Primavera sombría« . 2005
Etiquetado:5 estrellas, El hombre jazmín, Lectura 2012, Literatura alemana, Unica Zurn
Me apunté la obra de Primavera Sombria, que intentaré hacerme con el antes. Así que este que también me ha dado curiosidad me lo apunto con interrogación, por si el primero no me gusta.
Un beso!
No conocía el libro ni la autora. De vez en cuanto me gusta hacerme con libros así cuya narración explora los sentimientos y aporta algo más que el simple placer de la lectura. Me la quedo apuntada.
Acabo de entender del todo el comentario que me hiciste el otro día. Efectivamente encaja perfectamente con los libros que he leído hace poco. De hecho, me parece el broche perfecto por lo que comentas. Y nada de Verónica decide morir…
Un beso
Uff, este libro es demasiado duro para mi y no es un buen momento para leer sobre esto. Disfruta del fin de semana.
Besotes
Voy a probar primero con el anterior que ya te comenté en la reseña que me parecía interesante y en función del resultado me animaría con este
besos
Gracias, Marisa, por tan precioso alegato en favor de quienes a diario luchan contra sí mismos por mantener en medio de su infierno un atisbo de cordura. Un beso.
Fíjate que hay durezas y durezas. Prefiero unas baladas del ajo, que un libro de estos de están entre la locura y la cordura. Admito que ahora mismo son temáticas que me hacen huir. Y estoy convencida de la califad literaria y del interés de lo planteado que coment, pero no me apetece ahora ese tipo de temas que me resultan tan retorcidas.
La verdad es que siempre propones títulos atractivos y sorprendentes. Por lo que veo, habría que empezar por «Primavera sombría», aunque tengo mis dudas, no porque no me resulte interesante, sino porque me empieza a pesar la larga lista de libros pendientes que ya tengo en casa.
No obstante, se agradecen reseñas como ésta, que no te quepa la menor duda.
Un beso.
La dureza y la violencia no son lo mio, aunque el tema de las enfermedades mentales si que me llama, quizás más adelante, cuando sea menos cobarde 🙂 Buen finde, un beso!!
Un poco en la misma línea de comentarios y por lo que ya nos comentas, empezar, empezaría por Primavera sombría y este me atrae y lo temo. Creo que ya te dije alguna vez que los libros que se sitúan en los límites de locura y cordura me suelen llamar poderosamente la atención, aunque me afligen por tantos casos que me tocaron por trabajo. Y no te veía leyendo Veronika decide morir, aunque veo que nada que ver. Besos
Leí la reseña a mediodía pero vaya trajín que llevo. Muchísimas cosas que destacar, la primera, la reseña en sí, es una maravilla. Me descubres a Kusama, a la que no conocía y me lanzas ya a leer a Zürn, aunque sigo buscando el momento ideal, para eso soy un tanto maniático, puede que sea la razón por la que lleva tanto tiempo esperando sentada en la estantería. Sé de antemano que estos dos libros me van a marcar mucho, se me van a hacer cuesta arriba pero a la vez me atraen desde que los vi y me llaman desde que leo tus reseñas sobre ellos. Con Paulo Coelho estoy enfadadísimo ahora así que no diré más. La reseña es brillante, de las que no se olvidan. Un abrazo y buen fin de semana 🙂
Lo siento pero con esta autora no te sigo. No me atrae nada de nada esta temática…
Besos,
A estas novelas con patentes tintes autobiográficos siempre les encuentro una fuerza muy especial en la narración. Supongo que es la de que le dará, en parte, la propia experiencia vivida.
Magnífica y reseña y fascinante, aunque también escabroso, tema este de la locura.
Creo que, de momento, mantengo «Primavera sombría» como primera opción para enfrentarme con Zürn.
Un abrazo
Creo que nunca he visto una reseña de tu blog de algún libro que conozca o al menos me suene de vista. Y esto es lo que más me gusta de tu espacio. Sin embargo, con este no me animo ya que no me llama demasiado la trama.
Besos!
Me gusta mucho todo lo que nos estás contando sobre la obra de esta autora, a la que no conocía hasta hace unos pocos días. Como te comenté anteriormente, intento combinar lecturas densas con otras más alegres, pero los libros de Zürn suben puestos en mi lista de pendientes. 1beso! Me ha encantado tu reseña, espléndida como siempre. 1beso!
Hace ya tiempo que leo tu blog, y cada vez me sorprendes gratamente, al encontrar autores y lecturas nuevas de muchísima calidad. Soy lectora diaria, a veces de 1 página a veces de más, ya que el día a día no siempre te permite leer todo lo que quisieras.
Tomo nota del nombre de la autora y comenzare por el principio en cuanto termine el último libro de Banville que leo ahora.
Buen domingo !
Bueno, esto me lo tengo que leer yo!! Jajajajaja
Apuntadísimo queda! =)
Besotes
No lo conocía de nada! Me apunto ésta y «Primavera sombría».. me parecen muy interesantes! Besos!
Qué pena haberme perdido la exposición del Reina Sofía; habría sido la combinación perfecta para poder leer después la novela…
Una novela que parece interesante pero al mismo tiempo dura, por el tema que trata, por lo que creo que habría que buscar el momento apropiado para leerlo al no ser una novela de entretenimiento si no más bien de reflexión. No es, precisamente, el tipo de novela que me atrae. Un abrazo.
Uf, pues me intriga y me repele casi a la misma vez, tal vez ahora no me apetezca una lectura de tal calado pero la tendré en cuenta, al menos a la autora, de la que no he leído nada de nada. Me ha encantado tu conclusión, pocas palabras, pero contundentes y claras. Besos.