«Experimentamos la vida como un continuo y sólo una vez que declina, una vez que se vuelve pasado, vemos las discontinuidades. El pasado, si existe, es sobre todo, espacio vacío, grandes extensiones de nada en las cuales flotan personas y acontecimientos significativos.»
«Hace demasiado tiempo que se nos enseña que la visión de un hombre hablando consigo mismo es un signo de excentricidad o de locura, hemos perdido totalmente el hábito de oír nuestras voces, como no sea en una conversación o protegida por una multitud vociferante. Pero un libro es una sugerencia de conversar: una persona le habla a otra, y en ese intercambio el sonido audible es o debería ser natural.»
Hay días en que es absurdo sentarse a leer novelas. Eso fue exactamente lo que me pasó este caluroso y fatigante verano, en el que no hice más que errar de libro en libro que, por alguna extraña razón, no lograban despertarme de ese asombroso estado de apatía lectora. De todos modos, durante ese período, por mis manos pasaron un número razonable de títulos y autores pendientes de descubrir que, tras estos meses de silencio (forzado y, luego, voluntario), merecen ser recordados. Uno de ellos fue, precisamente, «Ciudad Abierta» (2012) de Teju Cole. En sus páginas, el autor hace uso de una serie de instantáneas de ciudades a ambos lados del océano Atlántico, en concreto de Nueva York y Bruselas, de caras sin rostro, de encuentros fortuitos, de momentos de júbilo y pesar, de obsesiones y deseos para tejer una trama que parece desarrollarse a ritmo de caminata. Lo más interesante y sorprendente de esta lectura radica, entonces, en la capacidad de Teju Cole para conquistar al lector sin recurrir a episodios trascendentes o reflexiones fascinantes, haciéndole ingenuamente creer que la escritura es un ejercicio tan sencillo como vagar sin destino por los callejones de muros de ladrillo y puertas cerradas – «rutas preferidas de nadie hacia ningún destino» – de una ciudad, o desnudarse delante de una página en blanco. En todo caso, «Ciudad abierta» no es un libro de viajes, sino, más bien, una invitación a pasear. Una promesa de complicidad.
Etiquetado:4 estrellas, Ciudad abierta, Lectura 2013, Literatura estadounidense, Teju Cole
Qué alegría me he llevado al ver una actualización en este rinconcito! La apatía lectora es una fase que todos pasamos de vez en cuando, así que te comprendo perfectamente: yo el año pasado por estas fechas estaba igual, y hasta que no encontré una buena historia que me sacudiera seguía errando de libro en libro, como te ha pasado a ti.El libro no lo conocía, pero esas palabras tuyas que lo definen como «invitación a pasear» y «promesa de complicidad» hacen que vaya directamente a mis libros por leer. Excelente reseña, como siempre!!! 1beso!
Bueno, Tizire, este año no está siendo precisamente satisfactorio en lo que a lecturas se refiere. Lo busqué, lo sigo buscando, pero no encuentro esa gran novela. «Ciudad abierta» es justo eso..una invitación a pasear, sin más pretensiones. Gracias por tus palabras.Un beso,
Me lo apunto, muchas gracias, Te echaba de menos.
La sensación de no encontrar el libro adecuado la conozco, da un poco (o mucha rabia) pero lo mejor es dejar pasar el libro y dedicarse a otra cosa y coger otro, casi sin pensarlo, hasta encontrar el que nos vuela a atrapar.
No conozco el libro pero como dices parece una buena invitación a pasear y contemplar.
Veo que tu tampoco está actualizando el blog.
Espero verte por ahí en un futuro cercano. Por cierto, te quería comentar que he leído a sangre fría. Me pareció un gran documental, pero tampoco me ayudó a salir de ese estado de apatía lectora. Un abrazo,
¡Qué alegria leerte de nuevo! se te echaba de menos por aquí pero bueno hay momentos en que no apetece mucho sentarse a escribir o que por otras razones no se puede dedicar tiempo a esto. En todo caso el libro que nos traes no lo conocía y en principio, resulta una lectura atractiva
besos
Una alegría saber que sigues en la brecha. El libro que reseñas tiene muy buena pinta, le echaré un vistazo en mi próxima visita a la librería. Y ese errar de libro en libro… yo nunca creí que los libros tuvieran que terminarse forzosamente. Si darles tantas oportunidades como se merezcan, pero no más que eso. Así que te entiendo perfectamente. Un abrazo
Hola Karenin. Gracias por la visita.
Yo, en general, no tengo ningún problema en dejar un libro a medias. No obstante, todo lo que cae en mis manos últimamente no me satisface realmente. La única (gran) excepción fue Mishima. Ayer te dije en el blog que era mi más reciente recomendación; ruminandolo un poco más me doy cuenta de que no es sólo una recomendación…sino, más bien, una obsesión. Me parece francamente bueno. Un abrazo,
Tomo nota. La apatía lectora se puede presentar cuando menos espera, y no hay más que esperar y dejarse llevar. Me alegra saber de tí. Un besazo.
Ayer mismo me preguntaba qué se habría hecho de ti, y acabas de contestar a mi pregunta. Apunto el título; por lo que dices, resulta interesante. Un beso, Offus.
Hola Marcelo. Es un libro interesante, sí…pero no la gran novela que buscaba.
Me gustó especialmente su capacidad de observación; descubrir las pequeñas historias de vida de esas caras sin rostro de la geografía urbana. Un abrazo,
Es curioso… A pesar de que estoy leyendo (no al mismo ritmo que el año pasado, por razones obvias) siento algo parecido a lo que dices… no acabo de encontrar esa novela que me mantenga concentrado y con la que disfrute como antes… Sí, he leído novelas y relatos a los que he puntuado muy alto en Goodreads, pero de 36 que llevo este año no sólo 10 son las que volvería a leer y de éstas quizá tres me han marcado profundamente.
Sigo esperando que caiga en mis manos esa novela que me mantenga despierto hasta altas horas de la noche. Parecerá ñoño, pero ahora mismo sólo recuerdo esa sensación con Haruki Murakami y no es que sea el mejor escritor que he leído.
Me encanta esta entrada, a pasear pues, y por supuesto me alegra tenerte aquí de nuevo, Besos!
Lo que dices (y que comparto) queda también reflejado parcialmente en nuestras conjuntas; si el año pasado hemos disfrutado como enanos de algunas de las novelas de McCarthy, este año algunas han pasado casi desapercibidas. Yo también he puntado alto en Goodreads algunos libros, pero, en términos generales, el año lector se resume a Lobo Antunes y Mishima. Un fuerte abrazo, Jordi.
Cuanto me alegro volver a verte por aquí. Momentos de leer menos y no encontrara ninguno que nos haga sentir nos pasa a todos…depende de la época!
Un beso!
A mi me cuesta leer en verano y suelo coger libros que no atrapen demasiado porque no tengo el mismo tiempo que el resto del año para leer y disfrutar de su lectura. No conocía el libro que nos traes pero parece interesante. Me alegra volver a leerte, un beso
Yo, en cambio, suelo coger esos libros que exigen más del lector, pero este año no hubo forma.
Un abrazo,
Se te echaba ya de menos por aquí. A mí me ha ocurrido en algunas épocas algo parecido, por suerte son temporadas que terminan pasando. Me alegro que lo hayas disfrutado y lo tendré en cuenta.
Una entrada maravillosa. Se te echaba de menos ya por aquí, este libro lo quiero leer, la verdad es que es del todo un autgor nuevo para mí. El año para mí ha sido irregular, he otorgado un buen número de cinco estrellas que en mi caso quiere decir relectura a unos cuantos libros pero también he tenido que acudir al otro extremo de la puntuación en algunas ocasiones, y sobre todo, para puntuar a algunos autores en los que confiaba más. Seguiremos paseando 🙂 Besos 🙂
(seguiremos paseando)…entre libros.
Un abrazo,
Se hacía largo que no te dejaras caer por este mundo. Me alegro de que estés de vuelta. Por lo que cuentas de la novela, me parece una lectura muy interesante para poder leer tranquilo, a veces leermos muchos libros con demasiado ajetreo, así que una lectura sosegada conviene para la salud.
Un abrazo.
Buenas! Como eres el único blog que sigo por correo, la verdad es que he notado más tu ausencia. Me encanta ese inicio el pasado que desde la lejanía se ve como discontinuo, y también la idea de conversar con uno mismo (supongo que excentricidad sólo es si lo haces en voz alta, porque yo no soy excèntrica en absoluto y hay veces que es con quien más me gusta hablar).
Saludos
Para mí leer «Ciudad abierta» fue como imaginar que te das un paseo por el parque conversando con un buen amigo. No hay nada de transcendente en sus páginas, pero tiene buenas citas y resulta relajante. Es una lectura apacible. Un abrazo,
El otro día me decía una persona que me conoce bien que… a medida que ampliamos nuestro currículum literario, es lógico que nos cueste más engancharnos a una novela, que nos volvamos más selectivos y todo nos resulte ya leído a no ser que tenga un punto especial. Es fácil sorprenderse cuando se comienza y más difícil a medida que se avanza.
Supongo que todos pasamos por esas épocas, la mía fue antes del verano, que me costaba encontrar un libro que me emocionara, de los últimos tal vez Pornografía y la bio de Wallace son los que más me han gustado con diferencia, los que me han dejado un regusto. Pero no son novelas al uso, claro.
Con todo creo que también aprendemos a disfrutar sin necesidad de maravillarnos, y ese parece tu caso de hoy. no deslumbra pero se recomienda, el paseo por esas ciudades que espero conocer.
Besos
Sigo dandole vueltas a Pornografía, y hoy mismo he vuelto a leer tu reseña.
No obstante, no tengo claro por qué me dijiste que te parecía, más bien, una carta de despedida. Como ya te dije, para mí, las últimas páginas son clave; me pareció que el autor se volvía más seguro en su condición de falso poeta, más intenso. Hoy volveré a leerlo para certificarme de que no se me ha escapado nada. Un beso,
Pues yo también me alegro de ver actividad por aquí. Y además con este libro, que aún no he leído pero que tengo hace tiempo, porque Acantilado es también de esas editoriales que sorprenden muchas veces con libros magníficos. Complicidad. Con esa palabra me vale.
Saludos!
A mí este verano me pasó algo parecido, y lo peor es que fue por quedar totalmente atrapada con un «bestseller», luego no había manera de que ningún libro me enganchara, jeje. No sabes cuánto me alegro de verte actualizar, un merecido descanso, voluntario o forzoso, a veces viene de perlas. Y cómo no, tengo en cuenta tu recomendación, como siempre. Un besote.
Espero no ser la única que empieza a aparecer más por aquí. Si te soy sincera, no espero actualizar el blog con tanta frecuencia (parece que ambas sufrimos del mismo mal), pero tampoco me gustaría que se quedara olvidado. Ya veremos. Un abrazo,
Un placer volver a tenerte por aquí. Y me apunto tu recomendación en la lista de pendientes.
Saludos.
Me alegra verte de nuevo por aquí! Y ese estado de apatía creo que casi todos lo pasamos en algún momento. Este deambular de libro en libro sin que ninguno te atrape, sin que ninguno te diga «leeme»… Pero igual que viene sin avisar, se va sin avisar.
Y me descubres hoy libro y autor. Y me has tentado para dar este paseo que el autor promete.
Besotes!!!
Eso es cierto: «Pero igual que viene sin avisar, se va sin avisar.»
En estos momentos, voy algo mejor. He recuperado un poco el ritmo y espero que lo que lea me anime a pasarme más veces por aquí. Ya veremos. Un beso, Margari.
Qué placer verte de nuevo por aquí, y además con una maravilla de reseña como ésta 🙂
Otro que me llevo a la lista, imposible resistirse! Esa visión tan «sencilla», como comentas, del acto de crear literatura me llama poderosamente la atención, por cierto.
Todos pasamos por rachas de esa apatía lectora, creo. A veces duran unos meses, a veces un par de días, pero es cierto que a veces el cuerpo nos pide alejarnos un poco de las páginas. Será que hasta la bueno satura 🙂
Un abrazo!
Supongo que todos queremos crecer como lectores y, a medida que lees más, la capacidad de deslumbramiento decrece. Creo sinceramente que eso fue lo que me pasó este año; pero, poco a poco, voy recuperando el ritmo. Un abrazo y gracias por seguir ahí.
Tras leer tu opinión sobre este libro me has dejado con la necesidad de pasear entre sus páginas.
Un abrazo
Hola!
Vengo con atraso pese a haber asomado la nariz ayer. Las citas que nos dejas me han gustado mucho, ya tenemos bastante ganado. El libro, siendo un rescate de una apatía y un silencio (a veces necesario) es más que fichado.
Por cierto que con la editorial esta de el Acantilado me pasa como con los del Asteroide que me llaman pero que en este caso me he llevado algún chasco, en fin, cosas que pasan.
Me alegra leer Livros y más libros de nuevo y sobre todo de tenerte por aquí.
Un beso 🙂
Comparto tus impresiones tanto sobre Acantilado, como sobre Asteroide. Este libro, en particular, te ofrece una amena conversación con una voz prácticamente desconocida en el mundo literario; una especie de paseo por el parque en buena compañía, pero tampoco es la gran novela del año. Lo digo porque no quiero que, por mí culpa, te lleves otro chasco..ehehehe. Un beso y gracias por seguir ahí.
Nunca me ha ocurrido, digo la apatía lectora. Si me ha pasado el vagar entre novelas que no me convencían.
Me atrae ese paseo que propone Teju Cole.
Me alegro de tu vuelta.
Un abrazo!!
Qué bueno volver a leerte! Ya extrañaba tus impresiones y reseñas. Te diré que elegiste el mismo párrafo que a mí me gustó, aunque he marcado otros, que como bien tú misma me dijiste, hay muchos para marcar. En cuanto a la apatía lectora, te diré que no solo pertenece al verano, porque por acá q era invierno me pasó lo mismo, saltaba de un libro a otro. Con Teju Cole me pasó que me gustó mucho al principio, su forma de expresarse y describir todo con detalle sin llegar a aburrir. Hasta le encontré cierta música en su escritura…pero no lo terminé. Creo que llegó un momento en que quería algo más.
Un beso grande!
Hola Alessa. Lo primero que he de decir es que este no es (fue) un gran año de lecturas. En la relación con Teju Cole, comparto tus impresionantes. Yo lo empezado con muchas ganas, por esas magníficas citas iniciales que seguramente también figuran en tu cuaderno de notas, pero, luego, el entusiasmo decae. No obstante, no sé si antes o después del ecuador de la novela (pero claramente después de Bruselas), volví a sumergirme de lleno. Mi gusta ese ojo detrás de la cámara..esa atención a los pequeños detalles obviados a causa de la rutina. Gracias por pasarte. Un beso,
Se te echaba de menos!! =)
Pues no conocía la lectura que traes, ni me sonaba, la verdad… echaré un ojo en la próxima visita a la librería, a ver si la encuentro por ahí… y a ver qué me parece, de paso =)
Besotes
Bueno, pues eso de «una invitación a pasear» me ha terminado de enganchar, definitivamente me lo apunto!
Me alegro mucho por tu vuelta, se te echaba de menos. Te entiendo perfectamente con la apatía lectora, he pasado por lo mismo este verano. Espero que encuentres las lecturas adecuadas y que podamos visitarte de nuevo.
Un besazo
Este caminar y reflexionar, dejando salir las palabras de nuestra boca aparentemente sin pensar, aparentemente digo, me recuerda a los paseos que di con Robert Walser y con Sergio Chejfec. Tomo nota, Offuscatio, buena nota.
Un abrazo,
Hay gente que opina que la novela tiene los días contados. Me pareció leer (pero no estoy segura) que por ejemplo Coetzee comentaba que entre leer una novela y cortar su jardín, prefiere esto último.
A mí me pasa que la novela me gusta dependiendo de qué, y ya ay algunas, como las del tipo de Wharton que reconociéndole que son buenas e inteligenets, no me interesa tanto ya la época ni los temas que se abordan. Es como si ya no te alimentaran.
En fin, en cualquier caso, al menos estás aquí. Que hay que ver qué capacidad tienes para hacer reseñas, tan profesionales, siempre te lo digo, pero es que es verdad.