«Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos» de Rachel Antúnez
Offuscatio
Publicado el abril 13, 2012
2011 | 102 pp. | Autopublicado | 9781446710562
¿Por qué Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos? Esta novela es la protagonista de la tercera edición de la iniciativa ¡Un mes, un libro!, organizada por el blog El universo de los libros. Por ello, y como la autora me la había enviado amablemente por correo a principios de año, me pareció que tenía por delante la escusa perfecta para aventurarme de una vez con su lectura.
«¿Acaso no sabía aquella página web que ese muchacho había destrozado mi coranzoncito recién salido del Instituto?«
Impresiones: Hace unos meses con motivo de la lectura de «Las ranas también se enamoran«, de Megan Maxwell, os confesaba que no suelo leer nada de este género literario. No obstante, eso no ha impedido que me sucumbiera a su dosis de magia color rosa y dejara escapar algunas sonrisas. Y, ¿por qué os cuento esto? Porque, al ser la única referencia de que dispongo, mi mente ha formulado, por su cuenta, constantes y odiosas comparaciones entre ambas. Asimismo, los argumentos que expondré a continuación son más bien fruto de una experiencia personal y, por consecuencia, carecen de total objetividad e imparcialidad.
«Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos» narra los encuentros y desencuentros de Gea y Héctor. Ella, una joven soñadora, insegura y algo infantil (no queriendo esto decir que no existan en la vida real casos todavía más extremos), y él, un hombre independiente, cariñoso y emotivo, con un cuerpo perfecto. Dicho esto, resulta obvio que nos encontramos ante una novela enmarcada dentro del género chick lit, que cumple con las características de la evasión y del puro entretenimiento.
De todas maneras, lo cierto es que resulta más fácil conocer a Gea que a su «dios griego» a lo largo de los distintos capítulos que estructuran la novela; y, lo mismo podría decirse de los restantes personajes que entran y salen a escena como meros figurantes. Uno de ellos, precisamente el que más ha llamado mi atención, es Graciela, la hermana pequeña de Héctor. Atendiendo a su condición de joven madre soltera, creo firmemente que la autora podría haber profundizado más en su caracterización. Por otra parte, una apreciación similar podría formularse acerca de los escasos escenarios en que se mueven los personajes. El núcleo de la acción se centra en el apartamento o en el local de trabajo de nuestra protagonista, además de alguna ida fugaz al centro comercial. Asi, mi conclusión es que la autora ha preferido dar alas a la imaginación de Gea (con la cual no he conseguido identificarme en ningún momento) en vez de ahondar en temas más duros que inviten el lector a reflexionar y permitan que un mayor número de lectores encuentre algún punto de identificación con la historia. En este mismo sentido, hay un aspecto muy particular (y tal vez de carácter personal) que no me gustaría que pasara inadvertido. Me refiero al fragmento en que Gea menciona que tiene que usar «gafas por culpa de la miopía, debida a una media de diez horas al día pegada al ordenador«. Sin embargo, dicha enfermedad tiene sobre todo un componente hereditario y suele detectarse (o desarrollarse) principalmente en las primeras épocas de la vida o en la etapa escolar.
Desde otra óptica, la novela está narrada en primera persona, por Gea, y presenta una narración fluida, esencialmente basada en la descripción y los monólogos interiores.
En suma, «Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos» es una novela amena y de fácil lectura, aunque no tan divertida como esperaba. Creo que es un libro recomendado para llevar y leer en el e-reader durante cortos recorridos, por ejemplo, en transporte público, al no exigir un ambiente favorable a la concentración; pero si tuviera que elegir, me quedaría con la historia de Marta y su rana inglesa, simplemente porque fue la primera, me reí muchísimo y «durante su lectura fue inevitable que no me sintiera vulnerable ante el deseo de vivir también en un mundo color de rosa«.
Rachel Antúnez Cazorla (Venezuela, 1981) tiene publicadas tres novelas: «Contra los Límites«, que escribió con apenas diecisiete años, «Más allá de los Límites» y «Las tarántulas venenosas no siempre devoran a los dioses griegos«. Su familia es de Las Palmas de Gran Canaria, ciudad donde se ha criado desde su más tierna infancia.
Conclusión: Una lectura muy muy ligera (y algo superficial)
Por si alguien aún no lo sabe, el blog «El universo de los libros» sortea un ejemplar en papel de esta novela. El plazo para participar en el concurso finaliza el 20 de abril y podéis encontrar toda la información necesaria en este enlace.
Etiquetado:2 Estrellas, 25 españoles, Narrativa española, Rachel Antúnez, Un mes un libro
Nunca he leído chick lit, lo más cerca que he estado de este género es con la película de Bridget Jones que sí la vi y la verdad es que me reí bastante, pero no he leído tampoco el libro. No se si será por la edad (una ya tiene unos cuantos años) pero cuando elijo mis lecturas siento que no tengo nada que ver con las historias románticas para mujeres que son la base de este género. Me ha gustado mucho tu reseña porque, como siempre, está bien analizada y se nota que eres una lectora atenta. Saludos.
¡Gracias Rebeca! Este es el segundo que leo, y creo que son lecturas que pueden estar bien si pasas algunas horas en ambientes que no favorezcan la concentración. Son lecturas muy ligeras, aunque también es cierto que muchas veces pecan por exceso.
No puedo comparar porque no he leído las ranas pero bueno, coincido en que es muy fácil de leer y entretenida. Yo sí que conozco personas que han desarrollado miopía por estar frente al ordenador asi que no me parece extraño que Gea la tenga debido a eso
Muchísimas gracias por participar!!
un beso y feliz finde
¡Gracias a ti por la iniciativa Tatty! Con respecto a lo de la miopía, tuve el cuidado de señalar que mis reflexiones resultan más bien de mi experiencia personal. Aunque pueda ser cierto que la enfermedad aparezca solo en la vida adulta, no está probado científicamente que se deba a la exposición prolongada del ojo a las nuevas tecnologías. Pero si es así, me parece que una persona tan preocupada con su apariencia exterior lo puede solucionar fácilmente con un par de lentillas; es muy improbable que tenga que utilizar unas gafas con lentes de fondo de botella. En cualquier caso, fue un dato que me chocó a mí personalmente, probablemente debido a la futilidad del planteamiento en cuestión.
La verdad es que en estas cuestiones cada ojo es un mundo 🙂 yo te lo decía más que nada porque yo tengo miopía y por ejemplo ni mis padres ni mis abuelos la tienen, mi hermano la desarrolló hace unos años… supongo que cada caso es diferente, pero bueno, como bien dices hoy en día no es problema porque afortunadamente existen las maravillosas lentillas, que nos vienen genial a los que no nos gustan las gafas
Yo también padezco de dicha enfermedad, aunque en un estado bastante avanzado; por eso, me ha chocado un poco el comentario 🙂 ehhehe … nada Tatty, cada uno construye sus percepciones según lo que le toca. ¡Gracias!
Ahora mismo acabo de terminar un libro de este mismo género y, aunque no esperaba nada profundo, al menos pretendía pasar un buen rato, cosa que no ha conseguido del todo. Quizás por ello, voy a dejar pasar de momento este libro, que veo que sigue derroteros similares. Siento que no te haya satisfecho del todo. 1beso!
Yo tampoco podría leer dos libros de este género de forma consecutiva. Te entiendo perfectamente, pero además te invito a leerlo más adelante para que formules tu propia opinión. Un beso.
A mi el chick lit sí me gusta aunque no es mi género favorito. Estoy apuntada al concurso de Tatty, a ver si la suerte se acuerda de mi porque, aunque ahora mismo no me apetece leerlo. Besos
¡Mucha suerte en el sorteo!
Ufff…. y ahora yo que hago? Lo tengo para leer, hay una lectura conjunta organizada referente a este libro, pero si me dices que es superficial… eso no lo soporto. Me supera. No puerdo!!! y es que este género, como norma general, no me llama.
Pero creo que lo más honesto es no dejarme llevar por los comentarios de los demás y enfrentar el libro sólo con mis ojos. Quizá me sorprenda.
Besos
Lupa
¡Hola Lupa! Creo que deberías seguir con tu razonamiento, y comprobarlo por ti misma. Como he comentado al principio, no soy una lectora asidua de este género literario, lo que puede condicionar mi opinión sobre la novela. Si finalmente la lees, espero que te guste más que a mí.
Muy buena reseña. Yo también participo en esta iniciativa de Tatty, empecé a leer el libro y lo he tenido que abandonar por culpa de un exceso de trabajo y poco tiempo para leer. Espero que me de tiempo a retomarlo y de publicar la reseña aunque sea el día 30. Yo tampoco leo demasiado este género literario.
Besos
Estoy segura que a lo largo del mes nos encontraremos con tu opinión en el blog. ¡Ánimo!
YO lo terminé hace ya un tiempo y tengo la reseña a medio redactar.
No he leído aún Las ranas también se enamoran así que no puedo comparar pero sí he leído algún otro libro de este tipo y en general son lecturas muy fáciles, sencillas, ágiles y entretenidas. Algunas más profundas como Marian Keyes, otras más divertidas como Sohpie Kinsella…, cada una en su estilo. Yo creo que son novelas adecuadas para determinados momentos y, si sabes lo que estás eligiendo y es el tipo de lectura que buscas, te gustan. Lo que no se puede es exigir una profundidad que, por definición, no tienen; en ese caso, creo que decepcionarán
En este caso concreto tenía plena conciencia de lo que estaba eligiendo, porque lo he empezado precisamente cuando no tenía ningun libro físico cerca, en un corto viaje de metro. Pero, lo cierto es que no terminó de cumplir mis expectativas, porque todas las páginas del libro se centran en Gea y su fértil imaginación. Eché en falta alguna historia paralela y una mayor profundidad en el proceso de perfilación de los personajes secundarios. ¡Buen fin de semana!
Siento que no te haya convencido el libro. A mí el género me gusta y con este libro me divertí y me entretuve, por lo que cumplió mis expectativas. Un saludo!
¡Me alegro L! Como bien dicen algunos, cada libro tiene su público, y su propio momento. Probablemente este no era el mío. Un beso.
No me termino de decidir con esta novela. Me pasaré por el blog de Tatty para ver los requisitos del sorteo.
Un beso y buen finde!
Si decides participar, te deseo mucha suerte 🙂
El chick lit no es mi género favorito, de hecho no leo nada. La superficialidad en ciertas lectura me puede llegar a desquiciar y a ponerme de mal humor. A este libro, sin embargo, si tengo suerte en el sorteo de Tatty, creo que le daré una oportunidad…
Besines,
Si Carmen, reconozco que en tu blog no se publican muchas impresiones sobre chick-list (o por lo menos no recuerdo haber leído ninguna desde que estoy por aquí). En cualquier caso, te deseo mucha suerte en el concurso organizado por El Universo de los Libros. Si te toca, seguro que ya nos contarás. ¡Buen fin de semana!
Yo tampoco acostumbro a leer este estilo, pero con esta autora no me he atrevido aún y las reseñas sueln ser muy buenas, se me hace apetecible…Un besote!!
Lo olvidaba, por lo que dices prefieres el de la rana, no? a ver si miro reseñas de éste también… 🙂
Si Meg, decía que prefería el de la rana inglesa; pero no tengo una base muy sólida para poder comentar con suficiente soltura este género literario. ¡Un beso!
Toca confesión: no me he embarcado aún en este tipo de lecturas. Tengo un libro de Megan y algún otro. Eso sí, hice una incursión forzada por la curiosidad en la novela juvenil.
Creo que no profundizan en temas porque no es su función, sino que son como los telefilmes, entretenimiento puro.
Pero claro, opinaré mejor al respecto cuando me haya decidido por una para su lectura. Me tiene que pasar como con la juvenil, que me pique la curiosidad por un motivo concreto, .
Besos
¡Me has sorprendido! Hablo de dos libros en esta entrada, y no has leído ninguno 😉 Muchas veces tengo la impresión que nada se te escapa. Con respecto a la profundidad de este género de novelas, podría repetir lo que he dicho a Laky en respuesta a su comentario. En este libro en particular, eché en falta una trama paralela, algo que permite desviar nuestra atención de la protagonista (aunque sea por unos instantes).
Por mucho que haya leído no es ni la décima parte de lo que realmente me gustaría leer! Y hay géneros con los que soy perezosa, siempre digo eso de.. «En vacaciones, algo ligerito…». De todos modos tu cultura literaria es amplísima, apunto mucho aquí y aprendo mucho también.
Muy buena reseña, como siempre. Coincidimos en que el principal fallo de este libro es la poca profundidad de sus personajes y de sus historias. Y es que, aparte de la historia de Gea hay otras que merecerían ocupar más páginas y que le darían más fuerza al texto. Es una novela ligera y entretenida, pero que podría incluso haber sido mejor.
Besotes!!!
Este género está genial porque es fresco, ameno y divertido, pero si es cierto que no propone mucho más.
Y solo me he leído uno de Megan Maxwell, y me resultó divertido pero no suelo leer, como ves este género
Yo he leído ambos libros. Tienes toda la razón en cuanto a que la novela de Megan Maxwell es más divertida, sobre todo por el tema del acento andaluz y las expresiones de los personajes. También es cierto que se centra en la protagonista y sólo, de manera muy escueta, cuenta detalles de cualquier otro personaje. Aún así, creo que el género chick-lit, como bien dices, tiene la finalidad de entretener y el objetivo se ha cumplido. Además, entiendo que este tipo de novelas no son de las que se te quedan grabadas de por vida en la memoria.
Muy buena reseña.
Besos.
este género a mi me gusta para cuando tengo que viajar y necesito algo que no ocupe mucho de mí como lectora; y con el puro título ya lo habría comprado…mira que es curioso y a mi me chifla la mitología griega.
Un beso,
Ale.
No soy nada aficionada a este género, pero me lo apunto por si un día de estos me apetece algo de lectura ligera. Lástima no haberte saludado ayer, que cuando te acercaste para despedirte de Kayena no sabía quién eras y cuando ella me lo dijo ya te habías marchado… 😦
Yo tampoco soy aficionada a este género; es el segundo libro que leo de chick-lit. En cualquier caso, siento no haberte saludado ayer, pero no te conocía y al final solo me presenté a Ana y Almu. No suelo ir a este género de eventos y tenía la impresión de que ya todos se conocían de antes. Ahora con la fotografía de tu entrada, te pongo cara y seguramente nos volveremos a cruzar en alguna otra iniciativa. ¡Buen fin de semana!
Me has convencido para no leerla. Por lo que cuentas, no es un libro para mí. A mí el chick-lit me pilla ya muy calludita. Está bien lo del cuerpo de dios griego, sí, para qué engañarse, peeeero, no, ésta novela no es para mí.
Abrazos
Tiene super buena pinta, para pasar un rato entretenido xD
Antes que nada agradecerte que finalmente le dieras una oportunidad a mi novela, aunque finalmente no la disfrutaras tanto como esperabas. Como siempre he dicho hay gustos para todo.
La verdad es que con esta novela no quise escribir algo más profundo; solo queria divertir y entretener. En muchos casos lo consegui y en otros no.
Solo queria hacer una observacion. Gea heredo la miopia de su autora, osea yo. Mi miopia fue exactamente igual a la de ella, nadie de mi familia la padece y hasta que empece a trabajar pegada todo el dia al pc, mas o menos a los 25 no la padeci y ese fue el diagnostico que me dieron a mi. Me parecio curioso tu comentario, simplemente por eso te lo cuento.
Un abrazo.
¡Gracias por pasarte por aquí Rachel y por el envío de la novela! Lo primero que creo que debo recalcar es que no suelo leer este género muy a menudo probablemente para no saturarme (y lo mismo podría decir de las comedias románticas en el cine). Sin embargo, como comenté esta mañana en el blog de Laky, me parece una historia algo egocéntrica, por decirlo de alguna manera.
Con respecto a lo de la miopía, aunque creo que lo he dejado claro en el texto, fue un tema que me chocó por motivos personales. Y también lo he debatido aquí con El Universo de los Libros. La historia clínica de mi familia en relación a esta enfermedad no da lugar a hojas en blanco, y cuando uno se depara con una graduación muy elevada, la futilidad del pensamiento de la protagonista puede llegar a ser ofensivo. En cualquier caso, digo y repito, es una apreciación que resulta de mi experiencia personal; aunque al final hasta ha originado un debate interesante. ¡Un abrazo!
Como nunca se puede decir de este agua no beberé, nunca había leido chick lit y ya tengo dos en mi haber, en poco tiempo y una es esta, no la puedo comparar con otra pero a digamos que a mi tampoco me entusiasmo, eso sí cumplió su función entretenerme… pero los personajes me parecieron muy poco desarrollados como a tí, y que casualidad yo tambien me quede con las ganas de saber más de Graciela y porque sus padres eran tan protectores