1. Lectura actual: Tras abandonar momentáneamente la lectura de Solo de Rana Dasgupta, he decidido invertir mi tiempo en Nivaria de Óscar R. Arteaga, una hermosa e intensa historia de amor que dispensa cualquier presentación. A la vez, también estoy leyendo Solo una muerte en Lisboa de Robert Wilson (aunque los lectores españoles están seguramente más familiarizados con su novela El ciego de Sevilla).

 

 2. Últimas lecturas: Para empezar, cabe destacar que este mes no he leído tantos libros como me gustaría. Al final se pueden contar con los dedos de una mano, aunque uno de ellos podría ser, sin duda, una de las mejores lecturas del año. Aquí me refiero a Niebla roja de Patricia Cornwell, una novela negra con todos los ingredientes para convertirse en un éxito de vendas: un asesino brillante, esquivo y despiadado, una patóloga tenaz, apasionada y carismática, y una chica poco capacitada que espera su ejecución en el corredor de la muerte. Además también he disfrutado de Cartas cruzadas, la más reciente publicación de Markus Zusak en España, y Las ranas también se enamoran de Megan Maxwell, con motivo de la lectura conjunta organizada desde el blog Estrellas y Páginas.

  

3. Adquisiciones y próximas lecturas: A principios de mes, y motivada por la satisfacción que me ha producido la lectura de «Niebla roja«, he comprado otra novela negra: La confesión (2011) de John Grisham, que curiosamente también toca el tema de la pena de muerte en Estados Unidos. Sin embargo, y salvo esta excepción, mi atención se ha centrado, en general, en lecturas más ligeras con el objetivo de poder seguir leyendo algo ante la falta de tiempo que al parecer dispongo. Por ello, por mi cesta de compras han pasado sobre todo novelas de autores españoles, entre las que destacan: Las ranas también se enamoran (2011) de Megan Maxwell, Lugares que no quiero compartir con nadie (2011) de Elvira Lindo, y Nivaria (2011) de Óscar R. Arteaga. Puedo decir también que este giro en mis hábitos de compra ha sido lo que me ha impulsado a apuntarme al desafío 25 españoles organizado por Laky en su blog. 

Desde otra óptica, y en lo que a concursos se refiere, este mes ha quedado marcado por algunas agradables sorpresas. Primero, me ha tocado Cuatro novias  (2011) de varios autores en un sorteo organizado por el blog FromIsi en colaboración con la editorial Titania. Una historia romántica que «conjuga las leyendas y belleza salvaje de las Tierras Altas con cuatro idilios de alto voltaje». Además he sido la feliz ganadora del último concurso organizado por la autora Anne Smith, en que se sorteaban un ejemplar de Memorias de una prostituta (2011) de la misma y otro de Reflejos, revanchas, reveses de la autora argentina Isabel Ali.

Y, por último, pero no menos importante, vienen los regalos de Navidad. Colocados sigilosamente debajo del árbol, me esperaban algunos de los libros que apunté a lo largo del año en mi wishlist y que harán con que llegue este año a Madrid un poco más cargada. Supongo que por las imágenes, muchos de vosotros no los identifiquéis de inmediato, puesto que llevo conmigo también un pedazo de la lengua portuguesa que tanto añoro. El primero fue Solo una muerte en Lisboa (2009) de Robert Wilson, que vino además acompañado de Cartas vermelhas (2011) de Ana Cristina Silva. Una producción nacional inserida en el género del romance psicológico. Ya en el segundo envoltorio he encontrado El año de la muerte de Ricardo Reis (2000) de José Saramago y la reedicción de Vida y Destino (2011) de Vasili Grossman. Al parecer, y porque casi todos sobrepasan las quinientas páginas, tendré entretenimiento para los próximos meses y buenos motivos para alejarme de los tentadores escaparates de las librerías madrileñas.

 

4. Mis hallazgos favoritos: La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey (2008) de Mary Ann Shaffer lo he visto por primera vez durante una corta visita a principios de mes a la librería que tengo cerca de casa, y aunque parezca raro, el título me ha atraído muchísimo. Según cuenta la sinopsis, la novela contiene una galería de personajes profundamente humanos, divertidos, encantadores, todos amantes de la literatura, que sobrellevaron la ocupación nazi organizando reuniones de lectura sobre novelas clásicas, siempre alrededor de un pastel de piel de patata. Ante tal argumento, solo me puedo acordar de la novela que he leído hace tiempo de Azar Nafisi, en la cuál cada jueves por la mañana a lo largo de dos años, la misma reunía clandestinamente en el salón de su casa a siete de sus alumnas más aventajadas a fin de leer libros prohibidos: obras de Jane Austen, Henry James, Scott Fitzgerald y, por supuesto, de Vladimir Nabokov.

Que el próximo año os brinde lecturas mágicas, que os acompañen dondequiera que estén. ¡Feliz 2012!