2011 | 238 pp. | Circulo Rojo | 9788499913087

 

¿Por qué Nivaria? Tras la entrevista publicada a lo largo del mes de noviembre en este mismo blog y la disponibilidad y atención manifestadas por Óscar R. Arteaga, he decidido que llegaba el momento de conocer de primera mano «Nivaria» y embarcar con la protagonista en ese viaje por los senderos del corazón. Además era también una forma de empezar este año de nuevas lecturas ratificando mi compromiso con el «desafío 25 españoles» al cuál me he apuntado con algunas reticencias.


Como podréis imaginaros, Óscar R. Arteaga ha dejado de ser solo un nombre emergente en el panorama literario nacional, que ha dado un paso más allá en busca de la realización personal y profesional, enfrentándose a la dulce y ardua aventura de la autopublicación, para convertirse en una persona a quién aprecio sinceramente y que siempre me ha brindado palabras de aliento ante las cuáles se torna muy difícil aferrarse a la imparcialidad. Asimismo, la redacción de esta entrada fue seguramente uno de los mayores retos que me he planteado desde que empecé mis andanzas por este universo extraordinario.


«(…) quien no evitaba especular qué le podría haber pasado a una mujer como Mara en una isla como Tenerife para haberla marcado con tanta crueldad y amargura»


Impresiones: «Nivaria» narra la historia de Mara, una joven fotógrafa oriunda de Palencia, que decide aceptar una oferta de trabajo en un considerado estudio de Tenerife. Durante dicha aventura profesional, que más tarde también la llevará a establecerse en tierras marroquíes, entabla amistad con dos hermanos canarios – Yerai y Guayarmina, encuentra en su jefa Chloe Vanderhoeven un ejemplo a seguir y se queda perdidamente enamorada de su hijastro William. De su tormento sentimental en Tenerife, pasando por una escapada romántica a Lisboa, hasta llegar a encontrarse a si misma lejos de un lugar al que nunca perteneció, Mara se dibuja como un personaje real y cercano, que se refugia en el trabajo y se esconde tras una actitud de distanciamiento personal en un intento de apaciguar sus recordaciones. Sin embargo, el lector solo descubrirá cuáles son los motivos de su inestabilidad o aversión a los pequeños gestos afectuosos en los últimos capítulos. Bajo esta consideraciones, se puede afirmar que el argumento de la novela se desarrolla a partir de una serie de sensaciones y situaciones cotidianas a las que nadie está inmune, dejando plasmada la contrariedad de algunas acciones cuando lo imprevisto gana terreno sobre los deseos del corazón.


La novela está estructurada en capítulos cortos, que alternan el dulce pasado de Mara en Tenerife y su amargo e inconstante presente. Para ello, Óscar R. Arteaga hace uso de un vocabulario exquisito (obligándome a consultar el diccionario en determinadas ocasiones) y de un estilo narrativo muy propio, casi poético. Asimismo, y aunque creo que «Nivaria» cumple el propósito que se presenta en la sinopsis («una novela escita con sinceridad, naturalidad y profundas dosis de ternura, carente de frivolidad o excesos»), a mí personalmente me gustaría tener la oportunidad de venir a leer en el futuro un texto más ambicioso y maduro, que ponga a la prueba su vena poética y  la profundidad con que aborda filosóficamente temas muy recurrentes en la literatura.


Desde otra óptica, cabe aún destacar que el autor demuestra un cuidado laudable con los detalles, no perdiendo la oportunidad de exponer sus fuentes de inspiración y documentación. Si durante los primeros capítulos el lector se depara con una descripción que lo conducirá a rever la fotografía de la portada debido a sus similitudes, en el ecuador de la novela Óscar da a conocer el origen del titulo de su obra, que seguramente ha suscitado algunos interrogantes entre el público. Ya en lo que a la ambientación se refiere, el paso por Tenerife está, en mi opinión, extremamente bien logrado, consiguiendo despertar el interés de los que todavía no han pisado la isla. Asi no parece difícil adivinar que éste ha sido el tramo en este viaje de emociones y sentimientos que más me gustó, puesto que evoca una multitud de sensaciones que no son fáciles de replicar en su excursión por Marruecos.


Sentado todo lo anterior, puedo decir que «Nivaria» es una novela destinada a un amplio público, que no tendrá dificultades en identificarse con la protagonista, y de lectura agradable. No obstante, también es probable que esa cruda cercanía que se establece entre el lector y la protagonista sea capaz de producir en el primero una resonancia en su mundo interior, invitándole a perderse en sus pensamientos y pausar el ritmo de la lectura. En síntesis, ésta es una novela para leer sin prisa y dejarse llevar.

 

Óscar R. Arteaga (Cádiz, 1974) es el menor de seis hermanos. Su infancia transcurrió entre distintos lugares de la geografía española debido a la profesión del padre. Finalmente se  instaló en Sevilla donde inició estudios universitarios de Filología Árabe e Italiana. Tras pasar unos meses residiendo en Marruecos por motivos personales, a la edad de veintidós años decidió incorporarse al mundo del Turismo lo que le permitió seguir viajando: Lanzarote, Fuerteventura, Mallorca, Menorca, Tenerife, etc. Gran amante de la literatura y apasionado a la escritura desde que era niño, el afán por escribir ha estado siempre latente en él traduciéndose por fin esta inquietud en el nacimiento de su primera novela. Actualmente vive inmerso en esa vocación literaria compaginando la creación de un nuevo manuscrito con las diferentes crónicas publicadas en su blog.

 

Clasificación: Para leer sin prisa y disfrutar de una historia bien contada …