«Aquí y ahora: cartas (2008-2011)» de Paul Auster y J. M. Coetzee
Offuscatio
Publicado el diciembre 4, 2012
2012 | 270 pp. | Anagrama & Mondadori | Here and Now | 9788439726326
«Tengo curiosidad por saber lo que «ves» en tu cabeza cuando lees una novela o un relato corto (…) ¿acaso la mente aborrece el vacío? ¿hay necesidad de dar cuerpo a lo que es vago e informe para concretar la acción? ¿o puedes conformarte con las palabras escritas en la página, por sí misma?» – Paul A.
Impresiones: Sumergirse en las páginas de «Aquí y ahora» supone convertirse en el espectador invisible de una amena conversación entre dos buenos amigos – John y Paul, en la que pierden importancia los apellidos que les distinguen como hombres de las letras. La correspondencia, mezcla de relato, guía de viajes y apuntes autobiográficos, aborda así una heterogeneidad de temas que van desde la literatura, el cine y otros «placeres culpables«, pasando por la actualidad política y económica, hasta la vertiginosa sociedad de la información. En este sentido, tienen especial protagonismo sus detenidas reflexiones sobre la actual e «incomprensible» recesión económica, la Primavera Árabe y el conflicto de Oriente Próximo, así como la competición atlética y los deportes de equipo. Pero, contrariamente a las expectativas generales, queda fuera de su alcance la materia que podría colmatar los huecos literarios que pairan en el aire tras la lectura de sus novelas.
De todos modos, independientemente de los asuntos o las cuestiones que cruzan sus mentes en los tres años que cubren estas cartas, sus domesticadas y entrenadas plumas acaban denunciándolos. Si las cartas de John brillan por su incisiva precisión y reducida extensión, las de Paul ponen en evidencia la envidiable voz del contador de historias de «El cuaderno rojo» (1993) al hacer hincapié en anécdotas cotidianas, aquí denominadas «casos de estudio«. Y claro que esto desvela, en cierta medida, también algunos de los rasgos más marcados de sus personalidades. En palabras de Coetzee, «soy demasiado breve en mis respuestas, y esa brevedad (sequedad) se malinterpreta muy a menudo como signo de irritación o de enfado«.
Si bien es cierto que, en contadas ocasiones, ambos autores dejan caer brevísimas notas sobre sus obras, quizá lo más interesante para sus lectores radique en la oportunidad de espiar fugazmente sus bibliotecas personales, donde figuran distinguidos nombres como Platón, Franz Kafka, José Luis Borges, Sigmund Freud, Fiódor Dostoievsk , Susan Howe, entre otros. Paul Auster, por ejemplo, dice que «prefiere con mucho las antologías imaginarias de «Las ciudades invisibles» de Italo Calvino, el poema en prosa de Henri Michaux «Te escribo de un país lejano…»o incluso «El viaje a la luna» de Cyrano de Bergerac; obras de fantasía pura que parecen decir más sobre la vida humana que cualquier libro, artículo o reportaje realista«. Además de sus influencias, ambos autores entran también en el debate sobre la edad de oro de la poesía norteamericana, la noción del estilo tardío, la crítica literaria, la experiencia lectora y la decadencia silenciosa del protagonismo de las artes en nuestra vida interior. Sin embargo, dichas líneas temáticas son particularmente microscópicas en el conjunto de la obra.
Dicho todo lo cual, «Aquí y ahora» es uno de esos libros que se deja leer y que, sin ir más allá, ofrece algunas curiosidades curiosas y puede resultar revelador sobre sus vidas personales y rutinas profesionales. Sin embargo, en mi opinión, los temas que, seguramente, resultan más llamativos para el público al que está dirigido son tratados con excesiva superficialidad. Usando las palabras que Coetzee ha elegido para expresar sus impresiones sobre «Sale el espectro» (2007) de Philip Roth, «Aquí y ahora» no me parece una pieza particularmente notable (yo diría que ni siquiera imprescindible) dentro del canon de ambos escritores.
Conclusión: Un seminario express sobre libros, literatura y titulares de periódicos
Otras novelas comentadas en el blog:
“Desgracia“ de J. M. Coetzee, 2009
Etiquetado:3 Estrellas, Aquí y ahora, J. M. Coetzee, Lectura 2012, Paul Auster
Pues a mí se me hace la boa agua, me resulta una bomba, pero pcreo que será de esos que quiero cotillear y leer, aunque luego llegue a la misma conclusión, que no es algo imprescindible, pero cómo me apetece, sólamante por curiosear sus discusiones sobre los temas de actualidad y por los libros en sus estanterías. Sólo una pega, jajaja, el que digas que las intervenciones de Auster son laaaargs, en comparación con Coetzee, que es el que me gusta 😀
En fin, ¡me lo llevo!
Parece que más que disuadiros de su lectura, os he incentivado. Aunque fuiste la primera en dejar un comentario, no eres la única que sigue interesada en echarle un ojo a la correspondencia de Auster y Coetzee. ¡Qué lo disfrutes!
Al final me lo leí. He disfrutado mucho, porque me entretiene muchísimo, sobre todo Coetzee. Pero sí, es como dices, no es imprescindible ni es para tanto, trata de los temas por encima, pero bueno, no me ha importado demasiado, supongo que es porque me conformo por estar Coetzee. Me entretienen aunque hablasen del color blanco 😀
Siempre resulta interesante conocer un poco más a los autores fuera de sus libros, algunos para bien o para mal, pueden sorprendernos.
Lo que conseguido con esta lectura fue, primero, llenar cuatro hojas de mi cuaderno de apuntes de interesantes citas y, después, recopilar algunos títulos desconocidos que siguen este mismo formato.
Pues pese a no ser notable cuenta con mi curiosidad, este tipo de libros me gusta mucho, lo que pasa es que antes quiero estrenarme mínimamente aunque sea con ambos escritores…Leí y reseñé uno de correspondencia entre George Sand y Gustave Flaubert y me encantó. Un besote Offus!!!
No he leído ninguno de los autores que mencionas en el comentario, pero lo investigaré igualmente. Este tipo de libros me viene bien para intercalar con la lectura de alguna novela.
Conocí este libro hace pocos días y me llamó mucho la atención por pertenecer al género epistolar, que está entre mis favoritos. Imaginé que se parecería un poco a 84 Charing Cross Road aunque protagonizada por dos escritores excelentes. Me viene bien tu advertencia final sobre la superficialidad con la que tratan ciertos temas y, aunque digas que no es imprescindible, supongo que no me importará leerlo y satisfacer a la curiosa que llevo dentro. Feliz semana, 1beso!
La curiosidad de los lectores se lleva la medalla en esta ocasión. A mí no me pareció un libro destacable; creo que esperaba encontrar más reflexiones y discusiones sobre libros y literatura, en términos generales. En todo caso, he conseguido rellenar cuatro folios de tu cuaderno con apuntes, citas y curiosidades. Hablando del género epistolar, ¿has probado con «La sociedad literaria y el pastel de piel de patata de Guernsey»? Besos
No he probado con el libro que me sugieres, pero me lo apunto inmediatamente, ya que me encanta el género epistolar. Gracias por la recomendación, ya te contaré! 1beso!
No lo conocía jeje, en tu blog siempre ando descubirnedo pequeños tesoros jeje
A pesra de que pueda ser algo superficial, me ha parecido interesante y diferente, si lo necuentro por ahí me lo plantearé.
Un beso!
No conocía el libro pero creo que no me animaré a leerlo ya que soy más de leer el desarrollo de historia y lo que son pensamientos o reflexiones, aunque sean sobre temas actuales o que resulten interesantes, no me atrae ahora mismo, así que esta vez no me anoto el libro
besos
Primero decir que la reseña es magnífica y sobre todo muy ilustrativa de lo que cabe esperar de esta correspondencia, justo lo que venía queriendo saber 🙂 De Coetzee no hace falta que te diga lo que he leído, pero de Auster es que aún no me hes estrenado… 😦 pero sentía viva curiosidad por este libro, por vislumbrar qué dimensión aportaba, supongo que asomarse a estas cartas tiene un puntito de mirona indiscreta, jejeje. Gracias por la reseña. Espero que todo ande bien. Besitos
Muchas gracias, Marilú. He pensado en incluir más fragmentos del libro, pero eso podría condicionar la experiencia lector de algunos de los amigos de este blog. Respecto a tu comentario sobre Auster, decirte que sólo he leído «El cuaderno rojo», un brevísimo conjunto de relatos, y he abandonado la lectura de «Diario de Invierno», que sigue acumulando polvo en la estantería. Por aquí todo bien, aunque carezca de tiempo para dedicarme a la lectura. En enero volveré con las pilas cargadas. Un beso.
Es un libro que en su concepción parece interesante, pero me dejo llevar por tus impresiones, confiando sobradamente en tu criterio. Además, hay una especie de regla no escrita ( o si ) que todo lo que desde fuera parece perfecto o bien organizado es mucho más banal y mundano de lo que podamos imaginarnos.
No creo que ninguno de estas dos super plumas hayan puesto un borrón en sus figuras más allá de lo razonable para el lector y los proyectos de escritores que les siguen.
El mito se crea con el silencio no con la palabra y mucho menos con el conocimiento de interioridades.
Aunque claro es sólo una opinión. 🙂
Memorizo tu regla 🙂 Parece que siempre encuentras la frase perfecta para resumir lo que yo intento expresar en tres o cuatro párrafos. ¡Qué capacidad de síntesis! En todo caso, supongo que, poco a poco, empezarán a salir más opiniones. Hoy mismo he visto que Jordi también le ha otorgado sólo tres estrellas; es decir, seguimos una misma línea de valoración. En mí modesta opinión, tiene demasiadas páginas que carecen de interés para sus fieles seguidores.
Por fin, ¿te has rendido con Ulises? Un abrazo.
Bueno gracias, no sé, yo creo que tiene pero bastante bastante bastante más merito desarrollar una idea como lo haces tú en tu blog.
Magníficamente bien por cierto. 😉
El Ulises por ahora me ha resultado inaccesible, quizás el libro más imponente que he tenido entre mis manos por la cantidad y densidad de información que refleja cada una de sus páginas.
De hecho voy a comenzar una serie de lecturas cortas para salir del trance jejejeje
Un abrazo.
Ya sabes, te esperaba. Estos días he cogido y posado el libro varias veces pensando en si hablan de deportes o de letras, en si merecía la pena o no. Son dos autores que me han marcado mis gustos literarios así que celebro ver que tienen tu aprobado.
Uno que me pido a los Reyes.
Besos
Estoy deseando conocer tus impresiones, porque sé que estás ansiosa por hincarle el diente. Mi recomendación es que no lo leas con las expectativas demasiado elevadas, porque seguramente llegarás a la conclusión que le sobran páginas..heheeh. ¡Disfrútalo! ¿Has visto que en el concurso del blog «Bajo la lluvia literaria» he elegido en primer lugar una de tus últimas recomendaciones? 😉
Hola. Es una pena, yo era de las que pensaba que las cartas irían por otros derroteros. Gracias por la reseña, estaba buscando alguna para decidir si comprar el libro pero he decidido que no lo voy a hacer.
Un saludo
Esta misma semana se ha publicado un artículo en El País sobre la correspondencia entre ambos autores; seguramente ahí encontrarás una opinión distinta y podrás valorar si merece o no la pena hacerse con él.
Nos brindaste la oportunidad de ojear en las bibliotecas de estos dos grandes amantes de las letras… me encanta Italo Calvino, también Borges y Kafka por lo que ha sido una alegría comprobar que ambos frecuentan estos autores. Magnífica exposición, Marisa, un beso
Gracias Mere. Parece que tu biblioteca se acerca más a la de Coetzee que a la de Auster 🙂
Pues a mí me parece irresistible y ahora, con la reseña tan detallada aún más. No sé si me dejo llevar por la admiración por ambos escritores. Hemos leído a Coetzee y yo tenía pendiente La trilogía de Nueva York de Auster y la he empezado anticipando la llegada del libro a casa 🙂 Una vez, hablando con Mientras Leo, fantaseamos pensando qué le diríamos a Pynchon si lo tuvieramos delante, Por extensión, lo aplico a todos los autores que admiro y libros así suponen todo lo cerca que llegaré a hacerlo. Yo decía que los dejaría hablar y que no diría nada y el libro me ofrece esa posibilidad. Y veo otra vez al señor Henri! 🙂
Ayer no pude publicar el comentario que me dejaste sobre Zürn pero sí copiar y pegar el link en el buscador, imprimir y leer el texto. Voy a combinar la trilogía con El hombre jazmín y voy a darle un repaso a los anagramas de Zürn, buscaré también los de Michaux. No sé lo que tardaré en ir a Francia pero sea como sea, trataré de conseguir los demás textos de Zürn, precisamente hoy me ha llegado un regalo galo 🙂
En breve, tu reseña, a pesar de alguna cosilla por ahí que indicas, no ha hecho más que incentivar mis ganas. Un abrazo 🙂
Encontrarás muchos anagramas en «El hombre jazmín» (yo no he dicho nada)..heheheh Acabo de ver tu regalo y, ahora, me doy cuenta de las ventajas de tener amigos así en los cuatro continentes. Como te he comentado, la correspondencia ya está en el último tramo de su largo viaje. Esta mañana lo he confirmado y está todo ok. Respecto al libro que hoy nos ocupa, repito lo que le escribi a MientrasLeo…no lo leas con las expectativas demasiado altas, porque me temo que llegarás a la conclusión de que le sobran páginas. En cambio, también encontrarás otras que te motivarán a sacar decenas de apuntes. ¡Qué lo disfrutes!
¡Gracias! Ya has visto por mis lecturas que me estoy preparando a conciencia. Hojeando El hombre jazmí. vi los anagramas pero por el contenido que nos has desgranado y que adivino no he querido quedarme en ninguna página, como confieso que he hecho ya con lass adquisiciones portuguesas 🙂 He visto en twitter algún RT a quien también has causado ganas de leer el libro. Espero que el libro marque tendencia y podamos echar un vistazo a la correspondencia de otros autores jeje
Lo que es leído hasta ahora de Auster, me ha gustado pero sin llegar a entusiasmarme. sus libros, como este, se dejan leer pero me falta algo en ellos.
Coincido contigo, Albanta. Yo he leído «El cuaderno rojo» y me gustó, pero, en cambio, he abandonado «Diario de Invierno». Tendré que darle otra oportunidad.
Me pica mucho la curiosidad este libro, sobre todo con dos autores de los que soy una lectora-fan. Me gusta el estilo que tienen escribiendo y supongo que sabrán trasladarlo a su correspondencia y, aunque traten temas algo superficialmente, creo que puede ser interesante de igual modo. Besos.
Es cierto, el sentimiento que me produce la lectura tiene algo de innoble. Como si estuviera espiando entre la correspondencia de uno de ellos; me convierten en un voyeur. Esa es la parte buena del libro, claro.
Yo me imaginaba sentado en uno de esos cafés santiagos (quizá como A Brasileira en Lisboa), tomando algo y escondiendo mi rostro tras las hojas de un periódico, mientras escuchaba la distendida conversación entre dos buenos amigos sentados en una mesa cercana. En todo caso, ya sabes que mi conclusión es que «no es para tanto»…y Jordi parece que la confirma. Espero tu valoración final.
Tiene pinta de ser muy interesante, es algo así como espiar la correspondencia de tus autores favoritos.
La tendré en cuenta.
Un beso!
Ya había leído alguna reseña en El Cultural y no me animaba mucho. Decía que la ficción de ambos es cien veces más recomendable que este libro. Y a por ella voy…
Besines,
Sentía mucha curiosidad por este libro, ¡muchísima!, pero mis expectativas se han venido un poco abajo. Me parece el típico libro para acercarse poco a poco a él, intercalándolo con otras novelas. Pese a que tenga su interés, me parece que no es lo mejor que se puede leer de estos «grandes», que se han dejado bastantes cosas en el tintero y no han explotado del todo su sabiduría en temas que nos interesan, ¡una lástima! Igual cae algún día, pero por el momento lo dejo pasar. ¡Muy buena tu reseña, como siempre!
Me parece muy interesante, especialmente porque ambos son escritores que me gustan y siempre es interesante indagar un poco más en ellos, espiar como a través del ojo de una cerradura, tomo nota. Bsos
Pues me picas la curiosidad con este libro, aunque no haya sido todo lo bueno que esperabas. Pero antes de leer éste, tengo que empezar a conocer mejor a Coetzee, que aún no me he estrenado con él.
Besotes!!!
Marisa, como ya te dije en twitter, me parece una muy buena reseña.
Mi opinión sobre este libro no es muy favorable. Me siento mal porque admiro a los dos escritores -más a Auster (aunque menos ilustrado, al menos aquí lo parece) que a Coetzee, del que sólo he leído dos libros pero que me fascinaron- pero, quizá por esa devoción, el desengaño es aún mayor.
Para resumir lo que ya he comentado en Goodreads y en Facebook, diré que lo que más se ajusta a lo que siento es eso, decepción. Que este proyecto, al ser planeado, pierde espontaneidad y se convierte en un bluf, un artículo más para vender estas navidades junto al perfume y la corbata, porque sí, como tú bien has comentado en alguna ocasión, parece una lectura dirigida a hombres.
Pero yendo a lo importante, al contenido de la obra, he de decir que sí, que hay alguna parte interesante, pero en general es de lo más inocente y tedioso (sobre todo cuando hablan de deporte). Una cosa que me molesta y que demuestra que las cartas han pasado por algún recorte, es que los dos hacen constantes referencias a fotos o escritos que no aparecen por ningún lado, es decir, una falta de respeto al lector, y más teniendo en cuenta que la intención era editarlo.
Besos
Me ha gustado todo lo que he leído hasta ahora de Paul Auster, pero eso de la superficialidad en tratar los temas no me llama demasiado…
Tengo curiosidad por estas cartas, pero primero debería leer algo de estos dos autores.
Besos
Nunca he leído a Paul Auster ni a Coetzee, así que dificilmente me llama la atención sus cartas. Esto sí, si algún día los leo recordaré este libro que «se deja leer».
Besos!!
me ha gustado mucho tu entrada…no he leído a Auster, pero si a Coetzee y sin duda sería interesante estar ahí un poco escuchando sus conversaciones a través de las cartas, pero me desanima que aún no he leído sus obras más representativas y me gustaría conocerlos primero a través de ellas 😉
un beso,
Ale.
Quizás no sea una obra notable, pero tu reseña me ha dejado con la curiosidad. No sé, siempre me ha gustado saber de la correspondencia entre escritores, porque ahí se deposita la esencia de su pensamiento (siempre que no haya sido manipulada antes de la publicación). Por tanto, anoto la referencia. ¡Un abrazo!
Cuando supe de este libro, me llamó la atención, pero a juzgar por lo que cuentas, creo que lo dejaré pasar.
Un beso.
Hola offus, qué tal?
veo que los dos hemos estado muy desconectados de los blogs en diciembre, jejeje.
pero no por eso quería dejar de desearte unas felices fiestas.
un abrazo gigante y sincero!!
Yo es que tengo un problema: siento una imperiosa curiosidad por lo compendios de cartas y correspondencia, los diarios y los escritos personales de artistas y escritores. Debe ser que soy una fisgona empedernida… No lo puedo evitar!
Así que este caerá, desde luego que caerá, pero tarde. Ya que uno de mis retos personales acaba de arrancar: leer todo Auster en orden cronológico de publicación. Toda una Odisea personal, pero a la que le tengo muchas ganas.
Gracias por tu reseña y tu punto de vista de que no es imprescindible, pero aún así me atrae imperiosamente. Sobre todo por conocer sus gustos lectores, como comentas.